Cuando menos quieres tener una cosa en la cabeza es cuando más la tienes, es inevitable, o al menos para mi. La única diferencia con el jóven Tolstoi es que yo llevo así días y no es sólo por los osos blancos que veo en los rincones, sino también por la acumulación de sucesos y futuros deselaces que se me avecinan... ¿Hay gente capaz de no pensar y de no importarle nada?
Supongo que en el fondo no se puede dejar de darle vueltas a las cosas y todos estamos un poco locos. A pesar de que la maquinaria de algunos sea "tan simple como la de un chupete", como me dijo hace un par de días un compañero de Informática.
En realidad a veces desearía que las cosas fueran mucho más fáciles, tanto como la maquinaria de un chupete, y que pudiera mirar mi vida dentro de 10 años y decir: "¿por qué me preocupaba tanto?". Tal vez es por esa necesidad de saber qué pasará, que empiezo el día abriendo El Pais (como buena periodista) y leyendo mi horóscopo (como mala periodista).
En momentos de estrés y dificultad me estanco, me recreo en "mis miserias"... las mismas "miserias" que después de meses ni me acuerdo o siento que eran estúpidas... Me repito constantemente: "no voy a aprobar ninguna" "el nuevo trabajo va a ser una mierda", y mil cosas más que me guardo para seguir dando vueltas en mi cabeza...
Y es que por muchos ánimos, piropos, consejos y comentarios varios, sigo cayendo siempre en los mismos errores. Es cierto: "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra"
Mood: worried
No hay comentarios:
Publicar un comentario