jueves, septiembre 13, 2007

Mi vida en la ley de Murphy

Porque cuando una cosa puede ir mal, irá mal... y cuando eso va mal, lo ves todo aún peor y te ahogas en un vaso de agua.
Sigo fiándome de todo el mundo y creyéndome inferior. Que bonito sería poder pelotear sintiéndome bien, sin remordimientos, hablar por los codos y ser sociable hasta con las piedras, pero no puedo. No soy así. Y no creo que sea malo ser como soy, que a lo mejor Joaquín Reyes está en lo cierto y él y yo somos especiales, como dice en su monólogo... pero yo ahora mismo ni sikiera se ni lo que soy.
Y me niego a creer que sean los trepas los que vayan a ganar la partida, me niego a pensar que después de todo el trabajo y esfuerzo, al final siempre ganan los pelotas, porque son los que más se dejan ver. Y no será por lecciones que he tenido que aprender a base de golpes, como todo el mundo, pero está visto que mi corazón y mis ganas de hacer cosas me pueden y no veo más allá de mis narices...

No hay comentarios: